Cada día
el desencanto de la sociedad salvadoreña, va creciendo más,
después de veinte
años de gobernar un partido de
derecha denominado ARENA, y luego
la esperanza de un
gobierno de izquierda a través del partido FMLN, nos dice
que al final son la
misma cosa con
diferente nombre, en la actualidad hemos percibido un descaro de funcionarios
del ejecutivo judiciales, diputados y alcaldes.-
Hemos visto como la corrupción se ha infiltrado en
las instituciones estatales, y en
el órgano judicial, tanto que
la corrupción y todos los delitos relativos
a la misma, son sinónimo de impunidad en el país, ¿Cuantas escuelas
podrían construirse?, ¿Cuantos hospitales?, ¿Cuantos medicamentos
podrían comprarse? y ¿Nuestra
seguridad donde está?, son
como algunas preguntas que nos hacemos, cuando vemos como les cambia la vida a funcionarios que después
de no tener en que caerse
muertos y tener deudas terminan, con mansiones, y
altas cuentas en bancos establecidos
en países denominados paraísos fiscales para los extranjeros.
La confianza se
está perdiendo no solo en los
partidos mayoritarios como ARENA y FMLN, sino
también en los otros
como son: GANA, PCN, PDC y CD ya casi extinto, donde el ex diputado que era como una esperanza en materia de honestidad, también se encuentra en investigación en probidad.
Por otro lado podemos ver que
los diputados que manejan
estos partidos políticos pequeños
hacen un papel de caciques en sus
territorios, ejemplo: un ex alcalde de San miguel, y puso
a su hermana de diputada, su otro
hermano también, total
se repartió los cargos entre la
familia, similar caso el de un diputado de Santa Ana, quien al principio
parecía honesto, pero ya inició
a practicar el caciquismo,
metiendo a su hijo como candidato a alcalde de Santa Ana, Aplausos, merecen premio
nobel de sinvergüenza, el papá de diputado
y el hijo de futuro alcalde, ambos del mismo departamento y del mismo
partido, Disfrazando posiblemente tal nombramiento, con elecciones internas
más teatro de mal
gusto, que piensan estos
politiqueros sanguijuelas
que son
monarcas, caciques o algo similar.
Lo más
lamentable es el borreguísmo
y fanatismo, que les sigue a estos
dirigentes hablando de todos los
partidos políticos, un grupo de personas
sin capacidad de pensamiento y análisis, premiados con plazas en diferentes instituciones de estado, como Ejecutivo,
Asamblea Legislativa, Corte de Cuentas, Ministerio Público y hasta la misma
Corte Suprema de justicia, y otros aparentemente
profesionales que no conocen la ética, ejemplos como
estos hay muchos en todo el espectro político Salvadoreño.
Después de este análisis de coyuntura, se ve
una luz, las figuras de las candidaturas independientes.
Si bien es cierto ya en el pasado
se han tenido estas experiencias y no
han marcado la diferencia, sin embargo
al socializar el tema
muchas personas parecen estar
de acuerdo de participar, pero
el tramite es mucho más difícil que una candidatura partidaria política.
A menos
de un año se elegirán nuevos
diputados y alcaldes, para la
gestión 2018-2021, y se ha
visto algunos ciudadanos y
ciudadanas valientes queriendo usar la
figura de independiente, cuesta arriba
tienen todo ese proceso, sobre todo
si no se goza de abundantes recursos
económicos para financiar sus campañas, pero no hay
nada imposible y por eso gozan de mi
respeto y admiración.
El reto
está en mi amado pueblo que por más que se queja
de nuestra clase política, sigue
eligiendo a los mismos corruptos. Que no se
queje mi pueblo de no tener
personas honradas gobernándonos, cuando ha confiado el voto
a las
mismas sanguijuelas.
En este momento conozco dos candidaturas con la figura independiente ya en el proceso de recolección de firmas,
es importante que medios de
comunicación abran estos espacios para que ellos puedan llegar a la
población y transmitir su propuesta, porque los medios normalmente, están llamando a los mismas caras desgastadas, que ya no
tienen ni propuesta pero que
de alguna forma les pueden generar reiting, pero
en nada abonan a cambiar este país, solo
es distracción de circo barato.
El Salvador tiene la oportunidad de relevar a la clase política salvadoreña, pero debe elegir con responsabilidad, poniendo interés a la propuesta de las y los candidatos. Por ello se espera que en esta elección de diputados y alcaldes que se aproxima, mi pueblo elija con conciencia, y responsabilidad.
Los nombres de
candidaturas que se
mencionan son: Lucía Sánchez
una joven abogada, y Eduardo
Beltran un emprendedor
empresario.
El Salvador, necesita gobernantes capaces, honestos, diligentes y con mucho carácter
para decirle NO A LA CORRUPCIÓN. Es tiempo
de que nuestra gente despierte y se organice
en función de mejorar nuestras
condiciones y poder desarrollarnos.
No todo es malo, nuestra gente es trabajadora
y ama
este país no podemos perder
la esperanza por una minoría que nos lleva a la desgracia, debemos actuar
y organizarnos por un mejor El
Salvador.
Por: Licda. Bethy Arana.